«Resistimos porque nos apoyábamos»: Homenaje a Paco Baticón, la tenacidad de la CNT

«… con el anhelo de que nos superéis en la lucha por la libertad»


La semana del 19 de junio de 2023 ha enmarcado dos actividades importantes para CNT: impulsar la huelga indefinida  de las limpiadoras de la empresa Soldelim y cumplir con el compromiso de homenajear al compañero Paco Baticón, trabajador de la imprenta y una persona decisiva en décadas de historia de CNT Valladolid y los movimientos sociales de la ciudad, que nos dejó en 2021.

Dos actividades distintas sobre el papel, pero igual de necesarias y de queridas por el sindicato; precisamente porque queremos ir cada vez a más en la mejora de nuestra vida cotidiana como trabajadoras, también queremos y además necesitamos conocer nuestras raíces y mostrar nuestro cariño a quienes nos precedieron. Ninguna nos quita tiempo para la otra, sino que ambas se refuerzan.

Bajo el título «Homenaje al compañero Paco Baticón, 1928-2021: la tenacidad de CNT», hemos convocado al recuerdo necesario de un compañero que, desde los años cincuenta, estuvo en primera línea en años muy duros para que CNT llegase a hoy como un espacio de referencia para la clase trabajadora.

Fueron los años duros del franquismo y su represión; los años, también, de la represión por una autoproclamada «democracia» que encarcelaba a la apuesta revolucionaria, y bajo la cual CNT Valladolid sufrió un atentado fascista en sus locales; y, también pero no menos, los años de la intemperie de defender en minoría el modelo sindical genuino de la CNT, basado en la acción directa y en secciones sindicales mediante las que las trabajadoras defienden directamente su dignidad frente a la patronal – y no en elecciones sindicales y burocratización. En minoría y tan en minoría que, como se recordó, durante años CNT Valladolid fueron «tres señores y una chica» -contando ahí a Paco-, dando la cara en una importante ciudad industrial con el aliento de los demás sindicatos de la Confederación.

Este 19 de junio fue al fin el momento en que, con la amable hospitalidad del Centro Cívico Esgueva, pudimos reunirnos unas ochenta personas – por un lado familiares y allegados de Paco, por otro compañeros de militancia de distintas etapas, y finalmente personas comprometidas interesadas por conocer las vivencias de aquellos años.

Especial mención a Milagros, la compañera de la vida de aventura de Paco, y a Chari, compañera de su primo Goyo -otro de los tres-, presencias cuyo recuerdo en aquellas circunstancias es especialmente necesario. Lamentamos -como lo lamentan ellas- la ausencia por causas de fuerza mayor de otras personas, familiares y compañeros que no pudieron estar con nosotras dando cuerpo al homenaje.

«Siempre buscaba a los jóvenes», recordó Paco, el hijo de Paco, en su intervención impagable. Su fidelidad a CNT no era incompatible con un espíritu crítico -o, como se recordó en otra intervención, con un carácter fuerte que le cosechó «enamistades internas y externas» y que le enfadó con el sindicato de Valladolid a sus ochenta años-; pero esto no tiene nada que ver con el estereotipo de ‘sectarismo’ con el que trafican los enemigos de la organización, pues puso toda su inteligencia y capacidad a hacer crecer a CNT con empuje e incidencia social y cultural. De ahí su interés por la juventud.

Paco hijo nos recordó cómo los libros vivificaban su hogar, cómo este alojaba tertulias de rebeldes a las que pegaba el oído, y cómo lecturas y escuchas le llevaban bien preparado a cuestionar a los encargados de la asignatura obligatoria de religión que se le impuso en su infancia bajo la España fascista; pero también cómo el compromiso de su padre con la «utopía realizable» de una sociedad basada en la solidaridad y el apoyo mutuo trascendía al día a día del hogar, donde todas y todos ayudaban en todo espontáneamente – y a que su actitud crítica no dejase fuera la autocrítica hacia los defectos de la formación de los hombres de su generación.

Pero a esto que se daba en el hogar,  se le abrió las puertas en la propia CNT. Pudimos recordar al Paco que siempre estaba en primera línea para combatir la injusticia contra una trabajadora, o incluso, como nos recordó el compañero Gibello, ante cargas policiales dirigidas contra una CNT en lucha por el patrimonio que le había arrebatado el fascismo y que sus sucesores mantenían bajo llave -una reclamación enérgica que consiguió que el Estado tuviera que sentarse a hablar con el sindicato-. Pero también al Paco que, como animador de semanas libertarias y del Ateneo Libertario -después Ateneo Libertario Gregorio Baticón-, y como preguntador incesante antes, durante y después de las asambleas, fomentaba la formación y el espíritu crítico de quienes se acercaban a CNT.

Lo mismo que vivieron los hijos en casa, lo vivieron afiliadas a la CNT como el compañero Julio Reyero, quien intervino en representación del Secretariado Permanente del Comité Confederal de CNT, y para quien las sesiones del Ateneo convirtieron los hechos históricos que le aburrían en los libros escolares en un estímulo para la reflexión y el compromiso -reflexión frente a la opinión que fomentan hoy los medios-. Todas recordamos que, como dijo el compañero Rubén Ruiz -al poner la nota literaria del acto, junto a la musical de Laura y Eugenio, de Astrolabio, y de Quintana al violonchelo- Paco fue un incesante «sembrador de comunidad consciente» para el ejercicio de la utopía en la realidad de nuestro tiempo.

Por tanto, Paco no era un mero teórico. No dejo sólo una huella cultural, sino también práctica, de una persona a quien, con el crecimiento de la afiliación, «ver cómo en CNT había tantas mujeres y hombres en el paro le carcomía por dentro», y que por ello fue decisivo para poner en marcha y animar incansablemente distintos proyectos de economía cooperativa que permitiese a las paradas salir de esa situación por ellas mismas, desde la emancipación y no bajo el asistencialismo. Así nos lo recordó Isabel Arenales, integrante desde 1985 de aquel cuartero que mantenía abierta CNT contra viento y marea y actual Secretaria General de la Regional Centro:

Se me ha solicitado que hable en nombre de CNT, y me es difícil, sencillamente porque la CNT tiene tantas voces como personas la integran, y ahora, Paco, ahora somos muchas más de tres… A veces pienso que la vida de Paco, y la mía propia, hubiera sido muy diferente si parte de la CNT no hubiera optado por presentarse a las elecciones sindicales, dando lugar a la escisión. ¿Cómo pudimos sobrevivir a la escisión? Paco decía que teníamos que ser como la rocas que golpea el mar, o los caracoles que aguantan la tormenta para salir cuando esta amaina. Resistimos porque nos apoyábamos, porque el apoyo y la solidaridad de compañeros de otras localidades siempre estuvo a nuestro lado, y nos hacían sentir parte de algo más grande. Decidimos apostar por un ateneo a nuestra medida, debatiendo un tema cada jueves, y por lo sindical, también a nuestra medida, dando apoyo y luchando junto a todo aquel que llamase a nuestra puerta… Fueron llegando nuevas afiliaciones, la revista «Amor y Rabia»… Ahí seguía Paco, discutiendo con los jóvenes hasta el amanecer, sosteniendo la pancarta, subiendo a la tribuna…

«Poco a poco fueron llegando nuevas afiliaciones», y por ese camino el proceso de llegar a ser «más de tres». Fue y es un proceso que nunca ha estado exento de tensiones en toda la CNT, de un vaivén que a Paco le recordaba a «la piedra de Sísifo»: entre la solidaridad con quienes se acercan y después se alejan cuando se resuelve su problema, y aquel mantra de Paco recordado por Isabel, omnipresente en los debates en los que participó, a saber, «De la cantidad sale la calidad, al revés difícilmente».

A día de hoy, CNT es un sindicato que crece en cantidad, y algo crecerá en calidad cuando -en una sociedad gobernada por el machismo- tiene afiliadas a casi más mujeres que hombres -algo que se refleja en sus órganos de coordinación-; un sindicato que se perfila como una herramienta imprescindible en una sociedad que, como dijo Julio Reyero, “ha enseñado a generaciones a no meterse en problemas y ahora esas generaciones ven que los problemas se les meten en casa”. CNT Valladolid ha homenajeado a Paco en medio de una de sus luchas más cruciales, la huelga de la limpieza, a la que Isabel dedicó un potente saludo:

Hacia esas compañeras nuevas de la limpieza, que hoy están en huelga, reivindicando mejoras laborales, esas mujeres que limpian los portales de Valladolid, que me llena de orgullo tener en CNT. Hoy no podéis estar aquí, porque, al igual que Paco en su día, sois vosotras las que estáis haciendo memoria. Bienvenidas, compañeras, adelante hasta conseguir vuestras reivindicaciones.

Ineludible traer en este punto una de las estrofas que el compañero Rubén Ruiz atribuyó a Paco en su evocación poética:

Sigo cabalgando a lomos de
Rocinante a lugares donde
los molinos no mienten;
como no miente el pueblo
de sangre caliente.

Para hacer tangible el homenaje, se editó un libro conmemorativo para los asistentes, así como unas placas que se entregaron a las personas más allegadas. El acompañamiento musical nos trajo temas queridos del homenajeado, como ‘Gallo negro, gallo rojo’, así como el ‘A las barricadas’ que no podía menos que cerrar el acto, no sin antes agradecer otros actos que se han hecho en recuerdo de Paco.

Una tarde memorable que, como dijo el hijo de Paco, «nos reafirmó para seguir adelante con un ejemplo de coherencia y fidelidad a la utopía realizable».

Documentación:

Intervención de Isabel Arenales -CNT- en homenaje a Paco Baticón

Libro Paco Baticón – La tenacidad de la CNT

1 / 50

 

Salir de la versión móvil