Acto de homenaje e inhumación para los 199 cuerpos recuperados

La ARMH-Valladolid (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) celebrará un acto de homenaje e inhumación para los 199 cuerpos recuperados en las excavaciones realizadas durante las campañas 2019-2021 y 2022-2023, el domingo 14 de abril a las 12:00 h en el cementerio del Carmen. Entre los restos identificados se encuentra nuestro compañero Emilio Pedrero Mardones, fusilado el 2 de junio de 1938 en el paredón del campo de San Isidro de Valladolid y enterrado en la fosa común número 7 del mismo cementerio.

Emilio Pedrero Mardones, nacido en León en 1911, era un joven alto, de más de 1,90 m de estatura. Se quedó huérfano con muy poca edad y junto a sus dos hermanas quedaron al cuidado de su tía. Estudió medicina en Valladolid, donde se unió a la FUE y, siendo médico, militó en la CNT-FAI. Era muy apreciado no solo dentro del movimiento anarquista vallisoletano, sino también fuera de él, por su entrega y generosidad.

Cuando se produjo el golpe del 18 de de julio de 1936, Emilio comprendió que Valladolid estaba en manos de los sublevados. El mismo 18 de julio un grupo de falangistas derribaron la puerta de la sede de la CNT y la prendieron fuego. Emilio escapó y pasó 14 meses escondido entre una cueva en la cuesta de la Marquesa y una habitación sin ventilación en la casa de una familia, quienes le ofrecieron refugio a cambio de sumas de dinero. Finalmente, su tía en León no pudo seguir afrontando este costo.

El 23 de septiembre de 1937, Emilio salió a la calle, fue inmediatamente reconocido, detenido y así comenzó la segunda parte de su calvario hasta ser fusilado.

Desde la secretaría de cultura del SOV, hacemos un llamado a la militancia, así como a todas las personas que creen en una sociedad sin autoridad, sin Estado, sin explotación, de hombres libres, a participar en el homenaje a nuestro compañero Emilio Pedrero Mardones, así como a otros compañeros anónimos que fueron vilmente asesinados por los fascistas por creer en las ideas anarquistas.

Asistir al acto es recordar a aquellos que nos precedieron en la idea y también una reafirmación de que nuestras convicciones continúan con fuerza por el camino que ellos trazaron.