El gobierno de España sigue empeñado en dar cobertura legal a una serie de maniobras destinadas a recortar y llevar a la aniquilación al sistema de pensiones públicas. Mientras más se reduzca el poder adquisitivo de las pensiones públicas, más aumentará el atractivo de los planes de pensiones privados para quien pueda pagarlos – la banca se frota las manos con ello, pero quien no puede pagar esos planes acaba condenado a disponer de una pensión mísera, cada vez más alejada incluso del escuálido salario mínimo.
La prensa informa en este mes de noviembre de los «avances» de la negociación sobre pensiones de Gobierno y CEOE, Cepyme, CCOO y UGT -conviene recordar que las empresas conocidas como «sindicatos» CCOO y UGT se apuntan al negocio de los planes de pensiones privados-. «Avances» que tienen lugar bajo chantajes de las instituciones europeas con el objetivo de que se profundice en el proceso privatizador, y con el ruido de fondo de mensajes que pretenden enfrentar a generaciones. Para sacar a la luz el auténtico contenido de esas maniobras, desde la Coordinadora Estatal de Pensionistas COESPE se ha tenido la iniciativa de convocar para el 13 de noviembre manifestaciones descentralizadas en todo el Estado.
En Valladolid la manifestación ha sido convocada en el mediodía del sábado por COESPE, CGT y CNT. Más de 300 personas hicimos un recorrido desde Fuente Dorada hasta Portugalete, con nuestras pancartas y banderas, coreando consignas que eran respondidas puño en alto por viandantes de todas las edades. Se gritó contra los recortes y se señaló de distintas maneras el protagonismo del ministro Escrivá en este camino de destrucción del sistema público de pensiones. «No falta dinero, sobran ladrones», es lema que pretende llamar la atención sobre la necesidad de una auditoria pública de la Seguridad Social, que saque a la luz los usos espurios que han sufrido los fondos procedentes de cotizaciones.
La manifestación concluyó con lectura de manifiestos a cargo de las organizaciones convocantes. Se subrayó cómo los fondos buitre y los paraísos fiscales gozan de buena salud mientras con la excusa de «las crisis» no paran de imponerse recortes a la clase trabajadora. La lucha por pensiones dignas es inseparable de la lucha por derribar las sucesivas reformas laborales que han precarizado la situación de las trabajadoras, y que por ello impiden una cotización regular y adecuada a los derechos de los pensionistas. Que estas situaciones se den ante la debilidad, si no complicidad, del «gobierno más progresista de la historia de España», dejan claro que la movilización desde la base es irrenunciable. ¡La lucha es el único camino!
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