Durante las fiestas en #Valladolid hubo espacio para el antifascismo y el antisionismo. Los espacios Se dice ‘Regue’. Festival Reggae de Valladolid y CSA Las Dagas dieron presencia y voz a la Coordinadora Antifascista, valladolidantifascista@gmail.com, de la que la CNT forma parte. Nos congratulamos con la Coordinadora de la existencia de cada vez más festivales populares y menos macroeventos propiedad de fondos de inversión internacionales.
Compartimos el texto de la octavilla que se repartió en esas ocasiones:
En los últimos años, hemos podido ver cómo gana fuerza por todo el planeta una nueva oleada de derecha radical. En un sistema que se encuentra en crisis y donde la clase trabajadora ve empeorar su situación a diario, volvemos a ver cómo regresan viejos discursos. Puede que con una estética y apariencia nueva, pero en el fondo siendo la misma reacción de siempre.
Esta derecha radical, aunque se vista de antisistema o rebelde, sus objetivos pasan por la defensa de los intereses de grandes millonarios y grandes empresas que les financian. También forman parte de un alineamiento geopolítico al servicio de los EE.UU. y, en consecuencia, de Israel.
Estos discursos populistas y de señalamiento contra ciertos colectivos tienen consecuencias directas en la vida de las personas. Por un lado, perpetúa esa exclusión social que permite una mayor explotación. Dejado el camino ya justificado para la violencia directa y el auge de las organizaciones fascistas. Hablando de Valladolid, es conocido que la grada de animación del fondo norte del José Zorrilla es uno de esos espacios, donde se promueve el fascismo, donde se celebra violencia contra todos los que no piensen como ellos. Mientras tanto, al Real Valladolid solo le importa el negocio, mirando para otro lado.
Algo que tenemos que tener claro es que el fascismo crece donde no se combate. Es una tarea colectiva combatir esos discursos y organizaciones que buscan dividir a la clase trabajadora. En nuestra ciudad, nazis han encontrado como diversión atacar de forma cobarde, siendo siempre muchos contra pocos y por la espalda a cualquiera que identifiquen como su enemigo. Y una vez más los juzgados, policía e instituciones han demostrado su falta de interés y hasta complicidad con esta violencia.
Pero lejos de dejarnos llevar por el alarmismo y el sensacionalismo, desde la Coordinadora Antifascista queremos poner la realidad encima de la mesa. Es tarea de las antifascistas organizarse y luchar para combatir al fascismo y a la reacción. Ya que no va a ser el sistema, ni la policía, ni el político de turno quien verdaderamente combata estas organizaciones. Ya que en muchos casos les resultan útiles. Es el momento de plantar cara a esta reacción en todas sus formas, ya sea desde sus despachos, instituciones o en las calles.
Porque juntas somos más fuertes.
¡Ni un espacio para el fascismo!