La #OrdenanzaMordaza de Valladolid en preguntas y respuestas

Todo lo que no quieren que sepas de la “Ordenanza Mordaza” de Valladolid… camuflada ahora como “de Protección del Medio Urbano”. – Un documento de la Plataforma Ciudadana en Defensa de las Libertades (Valladolid)

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Mostraremos, para empezar, todo aquello que los grupos municipales de “izquierda” del Ayuntamiento de Valladolid, es decir, PSOE, Toma la Palabra Valladolid (IU, Equo e Izquierda Castellana) y Sí se Puede, nos quieren ocultar, tratándonos como menores de edad políticos, para que aceptemos acríticamente –e incluso entusiasticamente– la pervivencia de la ordenanza del PP de León de la Riva con el ropaje de “protección del medio urbano” pero sin que cambie ni un ápice su fundamentación y articulado represor.

Se puede hacer mucho contra las ordenanzas mordaza. Se puede luchar. Y decimos ordenanzas y no ordenanza en singular porque no luchar contra la de Valladolid es luchar contra todas ellas pues lo que debe atacarse frontalmente es la legitimidad de su habilitación legal a través de la Ley Reguladora de Basas de Régimen Local. Se trata de atacarlas por sus muchos puntos débiles.

Si las “ordenanzas mordaza” han merecido escasa atención a sus funciones simbólicas y tácitas, legítimas e ilegítimas, sobre la sociedad, por considerarlas normas menos represivas que las penales o la “Ley Mordaza” hay que luchar, entre otros muchas objetivos, por desmontar las categorías o estereotipos sociales a reprimir que crean para autojustificarse; desmontar el discurso e ideología del “orden público” y de la “tolerancia cero” sobre el que descansan;  combatir la exageración en la percepción subjetiva de los daños alimentada por discursos demagógicos de políticos, lobbies y medios de comunicación; impedir que se creen chivos expiatorios a los que aplicar injustamente estas ordenanzas;  hacer ver a especialistas en derecho lo injusto de estas normas y ganárnoslosno permitir que desincentiven en la población el legítimo ejercicio de derechos fundamentales por temor a sanciones; denunciar su uso como instrumento de ocultación de los conflictos sociales; desenmascarar que estas “ordenanzas mordaza” a menudo sirven a derecha e izquierda para satisfacer demandas de pretensiones autoritarias; mostrar la amenaza explícita que supone la aplicación de estas “ordenanzas mordaza” por cuanto implican la suspensión de facto de derechos fundamentales al impedir o sancionar su ejercicio; anunciar la posibilidad de que estas normas sean un paso más en una escalada represiva y de “excepcionalidad”; y, por último, como organizaciones sociales, no caer en la trampa de que la burorrepresión o la represión directa genere tendencias a volcarse en la seguridad y abandonar formas horizontales de organización, así como impedir que las “ordenanzas mordaza” tengan efectos desmovilizantes en el interior de las organizaciones sociales.

Para ello, lo primero es organizarse.

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