La SGAE nos demanda y nosotr@s les bailamos la calle.

Secretaría de Acción Sindical, Social, Jurídica y Pro-presos del Comité Nacional de CNT

Como ya tod@s conocerán, la Sociedad General de Autores ha demandado a la C.N.T. por solidarizarse con un portal de internet anarquista. No es una práctica novedosa en esta asociación pretender gozar, a golpe de querella, de una imagen honorable y respetable. Hemos de suponer que intenta desesperadamente conseguir cierta reputación aunque ésta provenga únicamente de los tribunales.

Nosotr@s entendemos el significado que tiene la palabra prestigio, sin duda alguna gozamos de él en ciertos medios laborales y es algo que hemos ganado con el tiempo y sobre todo con una determinada manera de comportarnos; también conocemos el significado de la difamación y de lo que acarrea, pero sin duda alguna son nuestros actos los que no dejan lugar a dudas sobre lo que representamos.

Hemos sido fieles a nuestros principios de acción directa y, antes de realizar las alegaciones legales pertinentes, iniciamos los contactos con la SGAE para conocer de primera mano su malestar y las posibilidades de solucionar el conflicto fuera de los tribunales. Hemos de decir que nos sorprendió gratamente la actitud de la demandante al recibirnos y entablar un diálogo sosegado con un@s simples obrer@s, y debemos de decir también que la reunión fue satisfactoria e incluso cordial. Las pretensiones de la SGAE son sin duda razonables y en absoluto desproporcionadas. Entre ellas, la de disculparnos por el artículo de solidaridad emitido por el Sindicato de Artes Gráficas, esgrimiendo la razón que la gacetilla había sido emitida de forma “individual” y no compartida por el órgano de gobierno de la CNT. Sin duda alguna así ha sido, puesto que en nuestra Organización no existe ningún órgano de gobierno y nuestra identidad es genuinamente libertaria, no simplemente de manera formal sino real. El Sindicato de Artes Gráficas expresó con mayor o menor acierto lo que la sociedad percibe de la SGAE y de sus representantes, lo que sostienen miles de individu@s día a día y a lo que la SGAE se niega a entender. Es cierto que hay formas de manifestar un desacuerdo pero no es menos cierto que la rabia y la impotencia históricamente nos ha conducido al sarcasmo y la exageración para ridiculizar a los poderosos y los intocables.

Realizando un pequeño esfuerzo podríamos agradecer a los gerentes de la SGAE si tuvieran a bien la retirada de la demanda interpuesta contra la CNT y, ya de camino, la interpuesta al portal “alasbarricadas”. Sería sin duda un gran paso para granjearse ese pretendido respeto de una forma mucho más íntegra y honesta. Si además lo acompañan democratizando su estructura interna, defendiendo una cultura libre y al alcance de tod@s, sin necesidad de intimidar a nadie con acciones legales o represivas, haciendo llegar a los menos favorecid@s la dignidad de la música, las letras o el cine que dicen representar, esto sería excelente. Estamos seguros que a infinidad de autores que simbolizan otro tipo de valores les gustaría que la SGAE fuera más conocida por el desarrollo de la cultura en todos sus ámbitos que como los hermanos gemelos de los cobradores del frac.

Una de nuestras señas de identidad ha sido y continúa siendo la dignidad, y por supuesto siempre les hemos hecho frente a quienes, por medio de acciones represivas, intentan disuadirnos de nuestra forma de pensar o actuar. No seríamos lo que somos si nos replegáramos, o miráramos a otro lado cuando alguien es apabullado por la injusticia, aunque ésta tenga forma legalidad. Hemos de decir que continuaremos solidarizándonos con el portal de “alasbarricadas”, y con cualquier otro que defienda los valores éticos y morales libertarios, cueste lo que cueste.

Y únicamente l@s sagaces y l@s ejercitad@s en el arte de la libertad oirán este fino susurro, o quizás sea un cántico acompañado por una música que procede de los confines de la historia y que habla de un mundo más justo y libre, algunos reconocibles como Joe Hill o quizá José Molina (payador libertario) quienes marcan unos acordes, rompiendo el silencio y la injusticia, mientras, lentamente, nuestros pies se van moviendo,

¡LA SGAE NOS DEMANDA Y NOSOTR@S LES BAILAMOS LA CALLE!

Aunque me quiten la vida

o engrillen mi libertad,

Aunque chamusquen quizás

mi guitarra en los fogones,

han de vivir mis canciones

en el alma de los demás,

no me nombren que es pecado

y no comenten mis trinos,

yo me voy con mi destino

pa’lado donde el sol se pierde,

tal vez alguno se acuerde

que aquí cantó un libertario.

(versión libre del payador perseguido)

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