[Editorial] La juventud ante la lucha sindical (y viceversa)

 Durante las pasadas jornadas organizadas por el Bloque Crítico sobre la memoria de las luchas populares de las últimas décadas fue inevitable que además de mirar al pasado se comparara con el presente. En varias exposiciones se aludió al problema de la juventud y al hecho incontestable de la falta de implicación de la población más joven en organizaciones combativas con respecto a las luchas del pasado.

En la última jornada de debate, sobre presente y futuro de las luchas, el ponente de CNT intentó hincarle el diente a ese problema de la falta de implicación de la juventud en el movimiento popular y más en concreto en el sindicalismo. Aquí recogemos las ideas fundamentales de la intervención.

Para poder entender por qué la juventud actual no tiene el protagonismo en las luchas que tenía en el pasado hay que analizar por un lado la realidad material de este sector de población y por otro las características de las luchas de hoy, para ver como se relacionan ambos elementos: juventud y lucha.

Sobre las bases materiales de la juventud de hoy,  son de subrayar 3 aspectos:

  1. unas expectativas que sobrevaloran la «vocación profesional»
  2. la desconexión entre la realidad laboral y las opciones vitales de la juventud, dado que las condiciones laborales de las “profesiones vocacionales” están degradadas, dentro de un marco de precariedad general.

De ahí que la gran mayoría de la juventud pique el anzuelo de la precariedad, bien sea en becas «para meter la cabeza en mi sector», bien sea en curros de mierda «en lo que me sale algo de lo mío». El problema de esta década, a diferencia de las anteriores, es que la precariedad es infinita y está en todos los sectores, por lo que ya no hay un periodo de formación precario que precede a un puesto de trabajo estable.

 

Estas características materiales de la juventud tienen causa y efecto sobre características culturales que también son distintas respecto de otras épocas:

Con esta situación el principal reto de las luchas sociales es ofrecer algo útil para poder interesar a esta juventud y así revertir la tendencia individualista y conformista. La idea fundamental de las luchas sociales, sindicalismo incluido, es que no hay soluciones individuales a problemas que son colectivos y eso choca con todo lo que rodea a la juventud de hoy, tanto con su realidad material como con su realidad cultural. Si este es el principal problema vamos a ver como lo podemos abordar desde el sindicalismo:

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