Nº 386 del periódico cnt, en la calle y en la red

Ya está disponible para todo aquel que quiera hacer uso del periódico cnt nº 386 correspondiente al mes de Febrero de 2012. Al precio de 1,5€ en los diferentes sindicatos o bien por internet.

En este número destacamos las siguientes noticias:

 Portada // La CNT considera muy negativo el II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva

 Gaceta sindical // Eulen despide a los trabajadores en huelga en ABB-Córdoba

 Gaceta económica // ¿Qué tienen los bancos?

 Actualidad // Un infierno llamado CIE

 Cultura // Ocaña. Acciones, actuaciones, activismo

 Global // La huelga por la subida de la gasolina paraliza Nigeria

 Memoria e Historia // Manuel Pérez Fernández, el anarquista desconocido

 Opinión // Fraga, ni olvido ni perdón

 Contraportada // Entrevista a Jerry Bordeleau (IWW): “Los trabajadores deben asumir la táctica de la acción directa para luchar»

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A continuación reproducimos la editorial que para este mes ha elaborado el Secretariado Permanente del Comité Confederal:

Generar -y regenerar- el movimiento obrero

Las nuevas reformas que augura el gobierno PP, nos acercan cada vez más a los tiempos en que se fundó el sindicalismo, en los que el empresario imponía a su voluntad las condiciones de trabajo y reprimía duramente cualquier conato de protesta, impidiendo la organización de los trabajadores. Ahora, lo que se nos viene encima son menos salarios, mayor desregulación, ausencia de derechos colectivos, mayor capacidad de las empresas para determinar las condiciones de trabajo y descolgarse de los convenios colectivos. Y una mayor represión contra la CNT.

Lo que sabe de la reforma laboral es que se encamina a que el trabajo sea más barato, que se trabajen más horas y por menos sueldo. Con los minijobs, se trasladará a la legalidad la realidad del trabajo sumergido. Será más fácil y más barato despedir. Se promoverá la desaparición progresiva de la negociación colectiva para reducir –aun más- la capacidad de presión de los trabajadores. De manera que se favorece la única manera de ganar competitividad de las empresas españolas: empeorar las condiciones de trabajo y bajar salarios.

En todo caso, aprovechándose de la crisis, lo que se pretende es la aceptación acrítica de todas y cada una de las medidas que vengan, bajo el paraguas de que son imprescindibles para reducir el paro. El gobierno sabe que juegan a su favor, el miedo a perder el trabajo quiénes lo tienen y la necesidad de conseguir uno, los que están parados. A esto se une la impagable actitud de colaboración que están teniendo los sindicatos “mayoritarios”, que aceptan el orden de cosas establecido por este gran fraude que representa la crisis. Su mensaje es: para “salir adelante”, los trabajadores estamos condenados a seguir perdiendo derechos.

Pero es absurdo pensar que este abaratamiento del trabajo va a producir nuevas contrataciones. Si la situación económica y financiera –nacional e internacional- está provocando una merma del consumo, y por tanto, de las expectativas futuras de producción, no se conseguirán más contratos por mucho que se abarate el trabajo. Lo que si conseguirá en cambio, es aumentar los beneficios de las empresas -mucho más cuanto más grandes-, procurándoles una mano de obra más manejable, barata y silenciosa. Para ello, y de forma consciente, se empobrece y precariza cada vez a mayores capas de la sociedad.

Desde nuestro punto de vista, no cabe otra postura ante las reformas anunciadas que la oposición frontal de los trabajadores. No podemos aceptar el chantaje que supone ampararse en la crisis, para reducir aún más nuestros derechos. No podemos colaborar con un escenario que ha sido creado por el gran capital, en el que vemos que los pobres se hacen más pobres y los ricos siguen obteniendo escandalosos beneficios. Es vergonzoso que sean los responsables de este robo quiénes exigen los recortes y las víctimas a quiénes se nos condena a sufrirlos.

Desde la CNT llamamos a todos los trabajadores a luchar contra este orden de cosas, a que no se resignen a ser los eternos perdedores y a que planten batalla. Desde luego, nuestra organización no va a escatimar ningún esfuerzo y de hecho, los frutos se empiezan a ver. Porque, aunque las empresas intentan eliminar la presencia de los sindicalistas de CNT, no consigue más que reforzar las luchas. El ERE que intenta imponer la empresa Ruiz Dorantes en Lebrija; las huelgas de los trabajadores de WFS en el aeropuerto del Prat; los casi sesenta días de huelga indefinida de los trabajadores de EULEN-ABB en Córdoba; la lucha en San Javier o los múltiples conflictos contra Mercadona dan muestra de ello.

Si en los albores del sindicalismo, la represión solo consiguió aumentar la fuerza de los trabajadores, los anarcosindicalistas hemos de conseguir ahora el mismo efecto. Hay que organizarse. Unir a los trabajadores en las empresas, a los parados en la calle, aunar las acciones y los conflictos para generar -y regenerar- un movimiento obrero, que recuperará su vigor en cuanto se libre del lastre que constituyen sus representantes y comience a ponerse de pie.

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