La salud no es un negocio, es un derecho y hay que defenderlo

Charla de CAS (Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad) Madrid

Día: Jueves 20 de septiembre

Hora: 19:00 horas

Lugar Centro Cívico del Campillo

Convoca: CNT-AIT · Bloque Obrero · CGT · #Tomalauva


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La ola de recortes sociales que está llevando a cabo el gobierno del PP, parece no tener fin. Con el objetivo impuesto por parte de los centros de poder del capitalismo europeo de reducción del déficit, no hay semana que no se nos anuncie un nuevo recorte o reforma legislativa que atente contra los derechos e intereses de las clases trabajadoras. En este caso, hablamos del derecho a la salud.

Algunas de las medidas puestas en marcha por el gobierno central ya están teniendo consecuencias negativas en la salud de la población: papeles.

Estas medidas se vienen acompañando en el tiempo con toda una campaña de manipulación mediática orquestada por el gobierno, sus medioa la retirada de medicamentos del sistema público de salud, el copago de la receta farmacéutica, el aumento de las horas de trabajo del personal sanitario y la reducción de plantillas, se une la más reciente: la retirada de la cobertura sanitaria a las personas inmigrantes sin s de comunicación y los empresarios de la sanidad privada. Una campaña dirigida al desprestigio de la sanidad pública, de sus profesionales, una campaña que pretende presentar como verdades absolutas lo que son burdas mentiras ya desmontadas por la estadística: ni la sanidad privada es de mejor calidad que la pública, ni nuestro sistema sanitario público es gratuito (pues lo pagamos de nuestros impuestos), ni se produce abuso por parte de los usuarios, ni los inmigrantes hacen mayor uso de la sanidad que los trabajadores y pensionistas autóctonos.

Todos los recortes que nos han impuesto y los que vendrán, tienen un objetivo a medio plazo que no es otro que obligar a la población a la contratación de seguros privados, a través de un deterioro premeditado de la atención y calidad de la sanidad pública.

Frente a estos recortes no tenemos otra opción que la lucha: se trata de nuestra salud como usuarios y de nuestra dignidad como trabajadores y trabajadoras de la sanidad. Debemos combatir la resignación ante las agresiones a nuestros derechos básicos. Debemos concienciar y movilizar a todos los sectores afectados por estos recortes: usuarias/os,trabajadoras/es sanitarios, personas inmigrantes.

Es posible y viable un sistema de salud pública, universal y de calidad.

Exijamos a quienes nos gobiernan una mejor administración de los recursos públicos: la reducción drástica de los cargos a dedo, la reducción del aparato burocrático que tiene más que ver con el clientelismo político que con la atención sanitaria, la persecución del fraude fiscal (auténtico coladero de millones de euros que se escapan al control estatal), el fin de la financiación pública de centros sanitarios privados, la creación de un sistema público farmacéutico, etc.

Que no nos engañen. El sistema público de salud no es insostenible.

Quieren hacer de nuestra salud un rentable negocio. Y hay que impedírselo.

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