Nueva sección sindical en Médicos del Mundo
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Los orígenes del Consejo Regional de Defensa de Aragón se encuentran en la tradición anarcosindicalista del campesinado aragonés y la influencia que CNT gozaba en este territorio.
Tras el golpe militar del 18 de julio, se fijó una línea divisoria de norte a sur de Aragón que marcó el llamado “Frente de Aragón”; el lado occidental fue ocupado por los sublevados y el oriental por republicanos y anarquistas. En las zonas que teóricamente quedaban bajo la jurisdicción de la República, quienes realmente tenían el poder eran las milicias que amparaban a los Comités Revolucionarios, dominados casi todos ellos por anarquistas al margen del Estado republicano.
Siguiendo las propuestas del 15 se septiembre de 1936 en Madrid por el Pleno Nacional de Regionales de la Confederación Nacional del Trabajo, se implanta el comunismo libertario con el apoyo de las milicias que habían partido de Barcelona y Valencia.
Se conformaron 450 colectividades a cargo de la CNT, con escasa presencia de UGT, y el pueblo de Fraga se convirtió en la capital internacional del anarquismo.
El Consejo de Aragón supuso la creación de una sociedad nueva que dio al traste con un modelo caciquil y explotador. Fue el primer episodio de organización política y social basada en el comunismo libertario, acabando con una organización administrativa centralista y rígida por otra descentralizada y participativa.
Se pondrán en marcha las brigadas de alfabetización construyendo escuelas y realizando campañas de lectura con camiones que recorrían los pueblos a modo de bibliotecas ambulantes.
La economía se sustentó en la solidaridad e intercambio entre los diferentes pueblos y regiones. Se controlarán los precios evitando la especulación; nuevos circuitos comerciales permitiendo la exportación a Cataluña y Levante; se incrementó la producción en un 20% (aspectos reconocidos por las filas franquistas cuando ocuparon la zona en 1938 cuyos testimonios hablan de importantes reservas almacenadas de grano y aceite).
La independencia con que había actuado el Consejo de Aragón siempre irritó a las autoridades republicanas (republicanos, socialistas y comunistas) y su intención fue siempre la de disolver esta entidad. Así, el 10 de agosto de 1937 la 11ª División del ejército al mando Enrique Lister inició las “maniobras” para disolver una experiencia revolucionaria única en el mundo como fue el Consejo de Aragón.
Los orígenes del Consejo Regional de Defensa de Aragón se encuentran en la tradición anarcosindicalista del campesinado aragonés y la influencia que CNT gozaba en este territorio.
Tras el golpe militar del 18 de julio, se fijó una línea divisoria de norte a sur de Aragón que marcó el llamado “Frente de Aragón”; el lado occidental fue ocupado por los sublevados y el oriental por republicanos y anarquistas. En las zonas que teóricamente quedaban bajo la jurisdicción de la República, quienes realmente tenían el poder eran las milicias que amparaban a los Comités Revolucionarios, dominados casi todos ellos por anarquistas al margen del Estado republicano.
Siguiendo las propuestas del 15 se septiembre de 1936 en Madrid por el Pleno Nacional de Regionales de la Confederación Nacional del Trabajo, se implanta el comunismo libertario con el apoyo de las milicias que habían partido de Barcelona y Valencia.
Se conformaron 450 colectividades a cargo de la CNT, con escasa presencia de UGT, y el pueblo de Fraga se convirtió en la capital internacional del anarquismo.
El Consejo de Aragón supuso la creación de una sociedad nueva que dio al traste con un modelo caciquil y explotador. Fue el primer episodio de organización política y social basada en el comunismo libertario, acabando con una organización administrativa centralista y rígida por otra descentralizada y participativa.
Se pondrán en marcha las brigadas de alfabetización construyendo escuelas y realizando campañas de lectura con camiones que recorrían los pueblos a modo de bibliotecas ambulantes.
La economía se sustentó en la solidaridad e intercambio entre los diferentes pueblos y regiones. Se controlarán los precios evitando la especulación; nuevos circuitos comerciales permitiendo la exportación a Cataluña y Levante; se incrementó la producción en un 20% (aspectos reconocidos por las filas franquistas cuando ocuparon la zona en 1938 cuyos testimonios hablan de importantes reservas almacenadas de grano y aceite).
La independencia con que había actuado el Consejo de Aragón siempre irritó a las autoridades republicanas (republicanos, socialistas y comunistas) y su intención fue siempre la de disolver esta entidad. Así, el 10 de agosto de 1937 la 11ª División del ejército al mando Enrique Lister inició las “maniobras” para disolver una experiencia revolucionaria única en el mundo como fue el Consejo de Aragón.